La Paradoja del Prompt: Para que la IA nos entienda, debemos recuperar el arte de comunicarnos
- Carlos L. Ríos
- 5 may
- 3 Min. de lectura
Actualizado: 6 may
Nos dijeron que estábamos entrando en la era dorada de la comunicación. Que el conocimiento estaría a un clic. Que el acceso a la información nos haría mejores, más sabios, más empáticos… más humanos.
Pero no hace falta decir lo que realmente pasó, ¿verdad?
Terminamos con grupos de WhatsApp donde nadie se entiende, hilos infinitos en Twitter llenos de gritos en MAYÚSCULAS, emojis que reemplazan emociones y audios eternos que nadie quiere escuchar. Seguramente seas de esas personas que ya no cogen llamadas porque prefieren mensajes o audios de WhatsApp, ¿no es así?
Con el inicio de esa era tan laureada, empezamos a perder algo básico: la capacidad de comunicarnos con intención, con claridad, con el deseo genuino de ser comprendidos.
Y ahora, en plena revolución de la inteligencia artificial, el universo nos lanza su karma, “la paradoja del prompt” —una broma sarcástica y punzante, con esa retranca gallega que se ríe de ti sin mover un músculo—:
¡Para que la IA nos entienda, tenemos que aprender, nuevamente, a comunicarnos!

La Paradoja del Prompt: Aprendiendo a Comunicarnos… con la IA
¡Los prompts! Esa nueva palabreja que se ha vuelto indispensable en nuestros días. Parece ser todo lo que necesitas para convertirte en un experto en IA. Y como no sabíamos por dónde empezar, alguien gritó: “¡Hagamos cursos!”
Y así nacieron los infinitos cursos de prompts para IA.
Pero… ¿qué es un prompt?
Un prompt es, básicamente, una instrucción que le das a una inteligencia artificial para que haga algo: redactar un texto, crear una imagen, responder una pregunta, componer una canción de amor absurda protagonizada por un mosquito existencialista… lo que se te ocurra.
Es decir, es la forma en que le pides algo a la máquina. Una línea, un párrafo, una idea bien expresada. Y para eso… nacieron cursos exprés. Cursos de prompt engineering con nombres en inglés que suenan a ciencia cuántica. Cursos que prometen enseñarte a escribir —o mejor dicho, a copiar literalmente— “el prompt perfecto”, como si fueras un neurocirujano del lenguaje conversacional.
Pero nadie te dice lo más importante:
Un prompt no sirve de nada si no sabes lo que quieres.
Una IA no te va a leer la mente.
Y para pedir bien… hay que pensar primero y comunicar después.
Lo que hace falta no son tantos cursos, sino desempolvar esa vieja práctica olvidada de escuchar, pensar y comunicar con claridad. Y sí, a veces… hasta con ternura. Para luego también usar ese tono con los humanos, que buena falta nos hace.
Porque, por muy lista que parezca la IA, si nosotros no recuperamos el arte de la comunicación, no hay algoritmo que nos salve.

Evitando la “paradoja del prompt”: Saber Pedir Implica Saber de Qué Hablamos
Porque sí, para pedir algo con claridad, también hay que tener cierta idea de lo que estamos pidiendo.
Si quieres que la IA te genere una imagen, no basta con decir “hazme una foto bonita”. Tendrás que saber un poco sobre formatos, lentes, composición, la incidencia de la luz, la sensibilidad del sensor, la distancia focal…No necesitas ser fotógrafo profesional, pero cuanto más entiendas de lo que estás pidiendo, mejor podrá ayudarte la IA.
Lo mismo con ilustración. Puedes decirle “hazlo estilo Ghibli” y te saldrá algo resultón. Pero si además conoces conceptos como profundidad de campo, color plano vs. degradado, técnica gouache o acuarela digital, entonces la IA podrá trabajar contigo, no solo para ti.
Y si le pides una tabla en Excel… bueno, será mejor que sepas algo de Excel. Porque si no tienes ni idea de filtros, fórmulas, tipos de datos o estructuras de tablas, lo más probable es que termines frustrado.Y no será culpa de la IA, sino de haber delegado el conocimiento sin saber lo que se delega.
Pedir bien es un arte, sí. Pero también es una cuestión de conocimiento. Porque aunque la IA pueda parecer mágica, no sustituye tu criterio, ni tu experiencia, ni tu intención. Solo los potencia.
Y si no hay nada que potenciar… lo que obtendrás será tan plano como el prompt que copiaste sin entender.
Pedir no es magia, es conciencia
¿Quieres usar bien la inteligencia artificial?Entonces comunícate mejor. Piensa mejor. Aprende lo necesario. Porque pedir bien no es solo arte. Tampoco es solo técnica. Es, en última instancia, un acto de conciencia. Y eso —más que cualquier algoritmo— es lo que nos hace realmente humanos.
“El futuro será de quienes sepan hablar con máquinas... pero sobre todo, de quienes aún sepan hablar con personas”.
Este 16 de mayo estaré compartiendo el taller:
“IA para humanos reales”
en Espazo A Proa,
O Milladoiro.
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