¿QUÉ CÁMARA ME COMPRO?
Actualizado: 29 jul 2020
Caía la noche cuando llegaba al Teatro México de #Quito. Me bajé del taxi. En Ecuador son amarillos. Cogí mi mochila. Pagué al taxista y me dirigí a la puerta todavía cerrada. La gente se arremolinaba en el exterior. Un guardia en la puerta dejaba entrar, una a una, a algunas chicas ya engalanadas en sus vestidos de flamencas. Abrí la mochila para sacar mi cámara de $300. Me acerqué con ella colgada al cuello. - Disculpe, soy el fotógrafo oficial de #PuroFlamenco (la academia que organizaba el evento). El guardia me miró. Observó la cámara con ridiculez. Pero soy alto. Tengo barba, acento español e iba vestido completamente de negro (para pasar desapercibido entre las sombras de las bambalinas). Encajaba perfectamente en un espectáculo de baile flamenco en Ecuador, así que me creyó y dejó pasar.
Entraba y salía de camerinos como suelo hacer. Sin hablar con nadie. Sin mirar a los ojos. Quedándome en esquinas. Cobijado por las sombras. Como fantasma. Pasando desapercibido. Captando momentos. Cuando algo parecido a lo de la entrada sucedió. Una madre con su megacámara contenía su sonrisa al verme con la mía. Algo comentó. Algo acoté. Parcamente.
Y así sucede comúnmente. La gente juzga por el equipo y no por la calidad del resultado final. Sólo cuando ven algunas de tus fotos llegan las tres preguntas típicas que a todo fotógrafo nos han hecho:
Que lindas fotos, ¿qué cámara tienes?
Aconséjame, ¿Nikon o Canon?
Oye, ¿me debería comprar esta Sony Alpha?
Si en algún momento has hecho estas preguntas y te han respondido con alguna cámara específica, no estás delante de un fotógrafo/a de verdad. Cualquier respuesta que se pueda dar es muy subjetiva y depende de muchos factores. Entonces…
¿QUÉ CÁMARA ME COMPRO?
Ayer me hacían esa pregunta, por eso hoy escribo este post. Me tomé tiempo. Pensé la respuesta. Uno a uno comencé a enviar mensajes de voz. Cada vez con nueva información. Otras con la misma que ya había dicho pero explicada de otra forma. Y así se sucedieron las voice notes hasta creo llegar a 20.
No es que se necesitase tanta explicación, pero hace días que no hablo con nadie y necesitaba un poco de socialización. Y es que esto del virus y el encierro sí agota. Pero bueno, al lío que me pierdo. La respuesta es muy sencilla.
